La adaptación de infografías científicas multilingües es una disciplina en auge dentro del campo de la comunicación visual y la divulgación científica. No es casualidad: los seres humanos retienen el 65% de la información visual tres días después de verla, frente al 10% del contenido solo textual, según datos de Visme. En un mundo globalizado, adaptar visualizaciones científicas a múltiples idiomas y contextos culturales es esencial para garantizar una comunicación efectiva y equitativa.
La adaptación de infografías científicas multilingües no solo implica traducir textos, sino también considerar factores culturales, simbólicos y de diseño que varían según la audiencia. Un ejemplo notable es el de una infografía de la OMS sobre el COVID-19, que fue adaptada a más de 30 idiomas, incluyendo dialectos regionales, y compartida millones de veces gracias a su claridad y adecuación cultural fuente.
Más allá del texto, colores, iconografía y disposición visual juegan un papel clave. Por ejemplo, el color rojo puede simbolizar peligro en Europa pero celebración en China, lo que puede alterar completamente el mensaje si no se adapta correctamente. De ahí la importancia de aplicar principios de localización (L10n) y transcreación en el diseño de estas piezas. En este blog exploraremos cómo llevar a cabo este proceso con eficacia.
Qué significa adaptar una infografía científica para públicos multilingües
Adaptar una infografía científica para audiencias multilingües va mucho más allá de la simple traducción del texto. Se trata de un proceso que combina diseño, comunicación visual, localización (L10n) y comprensión cultural para garantizar que el mensaje se entienda correctamente en diferentes contextos idiomáticos y culturales.
A diferencia de una tradución literal, la adaptación considera el uso de colores apropiados, iconos pertinentes, estructuras de lectura y estándares visuales de cada cultura. La infografía debe preservar su objetivo principal: simplificar la información científica compleja para que sea entendible por no especialistas, sin perder rigurosidad ni significado.
El concepto de transcreación es clave aquí. Esta técnica combina traducción y creatividad, permitiendo ajustar contenido y forma para resonar emocional y cognitivamente con cada audiencia. Por ejemplo, un pictograma médico que funciona en Europa puede no ser comprendido en Asia si los elementos visuales son culturalmente ajenos.
Además, adaptar implica también revisar el orden de lectura, especialmente en idiomas bidireccionales como árabe o hebreo, y elegir una tipografía que incluya caracteres especiales o árabes. En resumen, es una tarea multidisciplinar que exige colaboración entre diseñadores, traductores especializados, expertos en accesibilidad y editores.
Abreviaturas esenciales y su función en las infografías científicas
Las infografías científicas suelen incluir una serie de abreviaturas que, si bien ahorran espacio y mejoran la legibilidad, deben manejarse con cuidado en contextos multilingües. Aquí recopilamos diez de las abreviaturas más comunes y relevantes en este tipo de contenidos, junto con sus implicaciones para la adaptación.
- L10n (Localización): Proceso de adaptación cultural y lingüística. Clave en infografías multilingües.
- UX (User Experience): Influye en la navegación y comprensión del contenido visual.
- ID (Identidad visual): Mantener coherencia entre versiones.
- AI (Inteligencia Artificial): Utilizada para automatizar procesos de traducción y generación de contenido visual.
- NLP (Natural Language Processing): Procesamiento automatizado de lenguaje natural para mejorar calidad de textos.
- SVG (Scalable Vector Graphics): Formato ideal para editar y traducir textos dentro de imágenes.
- CMS (Content Management System): Integración de infografías en sistemas como WordPress.
- API (Application Programming Interface): Conectividad entre plataformas de traducción y diseño.
- PDF (Portable Document Format): Común en distribución, pero menos editable para traducción.
- QA (Quality Assurance): Proceso esencial para revisar consistencia terminológica y visual.
Al adaptar infografías, es vital revisar estas abreviaturas para asegurar que estén comprendidas por todas las audiencias o debidamente explicadas si es necesario.
Desafíos frecuentes en la adaptación de infografías científicas
Adaptar infografías científicas para audiencias multilingües implica enfrentarse a varios desafíos técnicos y culturales. Uno de los principales es la direccionalidad del texto: idiomas como el árabe y el hebreo se leen de derecha a izquierda, lo que obliga a rediseñar la disposición visual por completo para mantener coherencia y usabilidad (UX).
Otro reto habitual es la extensión del texto traducido. Por ejemplo, las frases en alemán suelen ser significativamente más largas que en español o inglés. Esto afecta la distribución de elementos y puede requerir redimensionar gráficos, modificar la jerarquía visual e incluso cambiar el tipo de fuente (ID).
Los símbolos e iconografías también pueden generar malentendidos si no se adaptan culturalmente. Un mismo pictograma puede significar cosas diferentes según el contexto regional. Por eso, es recomendable consultar con expertos locales o realizar pruebas de comprensión con usuarios nativos.
Por último, muchas veces se descuida el aspecto del QA (Quality Assurance). Verificar que todos los textos traducidos sean fieles, que las abreviaturas estén bien aplicadas y que el mensaje visual funcione como un todo, es una fase crítica para el éxito del proyecto.

La adaptación de infografías científicas multilingües es una disciplina en auge dentro del campo de la comunicación visual y la divulgación científica. No es casualidad: los seres humanos retienen el 65% de la información visual tres días después de verla, frente al 10% del contenido solo textual, según datos de Visme. En un mundo globalizado, adaptar visualizaciones científicas a múltiples idiomas y contextos culturales es esencial para garantizar una comunicación efectiva y equitativa.
La adaptación de infografías científicas multilingües no solo implica traducir textos, sino también considerar factores culturales, simbólicos y de diseño que varían según la audiencia. Un ejemplo notable es el de una infografía de la OMS sobre el COVID-19, que fue adaptada a más de 30 idiomas, incluyendo dialectos regionales, y compartida millones de veces gracias a su claridad y adecuación cultural fuente.
Más allá del texto, colores, iconografía y disposición visual juegan un papel clave. Por ejemplo, el color rojo puede simbolizar peligro en Europa pero celebración en China, lo que puede alterar completamente el mensaje si no se adapta correctamente. De ahí la importancia de aplicar principios de localización (L10n) y transcreación en el diseño de estas piezas. En este blog exploraremos cómo llevar a cabo este proceso con eficacia.
Qué significa adaptar una infografía científica para públicos multilingües
Adaptar una infografía científica para audiencias multilingües va mucho más allá de la simple traducción del texto. Se trata de un proceso que combina diseño, comunicación visual, localización (L10n) y comprensión cultural para garantizar que el mensaje se entienda correctamente en diferentes contextos idiomáticos y culturales.
A diferencia de una tradución literal, la adaptación considera el uso de colores apropiados, iconos pertinentes, estructuras de lectura y estándares visuales de cada cultura. La infografía debe preservar su objetivo principal: simplificar la información científica compleja para que sea entendible por no especialistas, sin perder rigurosidad ni significado.
El concepto de transcreación es clave aquí. Esta técnica combina traducción y creatividad, permitiendo ajustar contenido y forma para resonar emocional y cognitivamente con cada audiencia. Por ejemplo, un pictograma médico que funciona en Europa puede no ser comprendido en Asia si los elementos visuales son culturalmente ajenos.
Además, adaptar implica también revisar el orden de lectura, especialmente en idiomas bidireccionales como árabe o hebreo, y elegir una tipografía que incluya caracteres especiales o árabes. En resumen, es una tarea multidisciplinar que exige colaboración entre diseñadores, traductores especializados, expertos en accesibilidad y editores.
Abreviaturas esenciales y su función en las infografías científicas
Las infografías científicas suelen incluir una serie de abreviaturas que, si bien ahorran espacio y mejoran la legibilidad, deben manejarse con cuidado en contextos multilingües. Aquí recopilamos diez de las abreviaturas más comunes y relevantes en este tipo de contenidos, junto con sus implicaciones para la adaptación.
- L10n (Localización): Proceso de adaptación cultural y lingüística. Clave en infografías multilingües.
- UX (User Experience): Influye en la navegación y comprensión del contenido visual.
- ID (Identidad visual): Mantener coherencia entre versiones.
- AI (Inteligencia Artificial): Utilizada para automatizar procesos de traducción y generación de contenido visual.
- NLP (Natural Language Processing): Procesamiento automatizado de lenguaje natural para mejorar calidad de textos.
- SVG (Scalable Vector Graphics): Formato ideal para editar y traducir textos dentro de imágenes.
- CMS (Content Management System): Integración de infografías en sistemas como WordPress.
- API (Application Programming Interface): Conectividad entre plataformas de traducción y diseño.
- PDF (Portable Document Format): Común en distribución, pero menos editable para traducción.
- QA (Quality Assurance): Proceso esencial para revisar consistencia terminológica y visual.
Al adaptar infografías, es vital revisar estas abreviaturas para asegurar que estén comprendidas por todas las audiencias o debidamente explicadas si es necesario.
Desafíos frecuentes en la adaptación de infografías científicas
Adaptar infografías científicas para audiencias multilingües implica enfrentarse a varios desafíos técnicos y culturales. Uno de los principales es la direccionalidad del texto: idiomas como el árabe y el hebreo se leen de derecha a izquierda, lo que obliga a rediseñar la disposición visual por completo para mantener coherencia y usabilidad (UX).
Otro reto habitual es la extensión del texto traducido. Por ejemplo, las frases en alemán suelen ser significativamente más largas que en español o inglés. Esto afecta la distribución de elementos y puede requerir redimensionar gráficos, modificar la jerarquía visual e incluso cambiar el tipo de fuente (ID).
Los símbolos e iconografías también pueden generar malentendidos si no se adaptan culturalmente. Un mismo pictograma puede significar cosas diferentes según el contexto regional. Por eso, es recomendable consultar con expertos locales o realizar pruebas de comprensión con usuarios nativos.
Por último, muchas veces se descuida el aspecto del QA (Quality Assurance). Verificar que todos los textos traducidos sean fieles, que las abreviaturas estén bien aplicadas y que el mensaje visual funcione como un todo, es una fase crítica para el éxito del proyecto.rmación visita nuestra web:
Preguntas Frecuentes (FAQs)
Un equipo multidisciplinar que incluya traductores especializados, diseñadores y expertos culturales, además de herramientas adecuadas.
No. Traducir es convertir texto. Adaptar implica rediseño visual, revisión cultural y contextualización del mensaje.
Ofrecemos traducción científica especializada, localización cultural (L10n), revisión técnica y servicios de diseño multilingüe.
Asignamos un gestor de proyecto que centraliza la comunicación y coordina a traductores, diseñadores y revisores QA.
Llevamos más de 15 años colaborando con universidades, centros de investigación y ONGs en la adaptación de contenido técnico y científico.
Sí, contamos con cursos personalizados de idiomas enfocados en la divulgación científica para investigadores, docentes y divulgadores.




