¿Sabías que algunas marcas han perdido millones por traducir mal su eslogan? Imagina invertir millones en una campaña de publicidad internacional solo para descubrir que tu eslogan ha causado risa, confusión o incluso ofensa en otro idioma. Descubre en este artículo el riesgo de traducir mal tu publicidad.
¿Cuántas marcas han visto dañada su imagen por una simple palabra mal traducida? Aunque parezca exagerado, ha ocurrido más veces de las que crees. En el competitivo mundo del marketing global, un desliz lingüístico puede arruinar años de trabajo en branding y posicionamiento.
En publicidad, no se trata solo de traducir palabras. Se trata de traducir emociones, ideas y valores culturales. Lo que en un país puede sonar fresco y divertido, en otro puede resultar ofensivo, absurdo o completamente incoherente. Este tipo de errores evidencian por qué la transcreación, la adaptación creativa de contenido publicitario, es tan esencial.
No te la juegues, en publicidad, la traducción literal no es suficiente; se trata de reinventar el mensaje para que tenga el mismo impacto emocional en otro idioma, considerando aspectos lingüísticos, culturales y contextuales. Porque sí, un simple eslogan mal traducido puede convertirse en la peor pesadilla de una marca.
La publicidad: una Inversión estratégica para las marcas
La publicidad no es un gasto, es una inversión clave para el crecimiento y posicionamiento de las marcas. Según InfoAdex (2025), en 2024, la inversión publicitaria en España alcanzó los 13.081 millones de euros, lo que representa un aumento del 3,8% respecto al año anterior.
Esta cifra refleja la confianza de las empresas en la publicidad como herramienta para:
- Aumentar el reconocimiento de marca: La publicidad permite que los consumidores identifiquen y recuerden una marca específica, diferenciándola de la competencia .
- Generar un boca a boca positivo: Una campaña efectiva puede fomentar conversaciones y recomendaciones entre consumidores .
- Incrementar el tráfico y las ventas: Al atraer la atención del público objetivo, la publicidad impulsa las visitas y las conversiones .Dongee
- Mejorar las relaciones con los clientes: A través de mensajes consistentes y relevantes, se fortalece la lealtad y satisfacción del cliente .
Dado el volumen de inversión y el impacto que tiene en la percepción y éxito de una marca, es fundamental que las campañas publicitarias estén bien ejecutadas. Esto incluye una traducción y adaptación cultural precisas para evitar malentendidos que puedan dañar la imagen de la marca.
10 errores de traducción en publicidad que dañaron marcas
- KFC: “Cómete los dedos”
¿Te imaginas leer un eslogan que diga “Cómete los dedos” justo antes de pedir pollo frito? Pues eso pasó en China cuando KFC tradujo su mítico “Finger-lickin’ good” (lo que en España conocemos como “Para chuparse los dedos”) al mandarín… de forma bastante literal. El resultado no fue precisamente apetecible.
- Pepsi: reanímate con los muertos
Pepsi quería energizar a los jóvenes chinos con su eslogan “Come alive with Pepsi”. Pero tras pasar por traducción directa, lo que llegó fue: “Pepsi trae a tus antepasados de vuelta de la tumba”. ¿Cómo te quedas? En una cultura donde se honra profundamente a los muertos, no fue precisamente refrescante.
- Mitsubishi: el coche más “íntimo” de España
Mitsubishi decidió lanzar en España un modelo llamado “Pajero”. Todo bien… salvo que aquí la palabra tiene una connotación bastante explícita. Spoiler: no habla de conducir. Tras las risas y los memes, la marca corrigió el rumbo y lo renombró como “Montero”. Más neutro. Menos vergüenza.
- Schweppes: ¿agua tónica o de inodoro?
Schweppes quiso entrar con fuerza en Italia y España con su “Tonic Water”. Pero, por esas cosas que pasan cuando nadie revisa bien los significados locales, en ciertos contextos sonaba como “agua de inodoro”. ¿Te apetece una copita?
- American Airlines: vuela como Dios te trajo al mundo
La aerolínea lanzó en México su campaña “Fly in leather” para promocionar sus asientos de cuero. Pero la traducción fue “Vuela en cueros”… que en español sugiere algo muy distinto: ¡volar desnudo!. No es el mensaje más cómodo para un pasajero.
- Honda: del taller al doble sentido
Honda lanzó su modelo “Fitta” en Escandinavia sin saber que, en sueco, noruego y danés, fitta es una palabra vulgar para los genitales femeninos. ¿Te imaginas los anuncios en TV? Por suerte, reaccionaron rápido y rebautizaron el modelo como “Jazz”.
- Colgate: higiene… cuestionable
Colgate entró en el mercado francés con una línea de productos llamada “Cue”, sin saber que era también el nombre de una conocida revista porno local. La coincidencia empañó la campaña y dejó a la marca con un pequeño sabor a escándalo.
- Mango: accesorios con polémica
Mango lanzó en Francia una línea de pulseras llamadas “esclavas”. En España, todo bien: es una joya. Pero en francés, esclave significa “esclavo”, lo que causó indignación por su connotación histórica. Una vez más: lo que suena bien aquí, puede sonar fatal allá.
- Coors: ¿problemas estomacales?
Coors tradujo su eslogan “Turn it loose” como “Suéltelo todo” en España. ¿Te suena a alivio digestivo más que a cerveza? Pues al consumidor también. La frase evocaba imágenes poco agradables y la marca no obtuvo el efecto refrescante que esperaba.
- Electrolux: cuando “sucks” tiene doble filo
Electrolux quiso destacar la potencia de sus aspiradoras en EE. UU. con el eslogan: “Nothing sucks like an Electrolux”. En Reino Unido puede sonar potente… pero en inglés americano, sucks también significa “apesta”. Imagina asociar eso con tu marca.
Pero, ¿cómo puedes evitar estos desastres de traducción publicitaria?
Aquí van unos consejos que no deberían tomarse a la ligera (¡tu marca lo agradecerá!):
- No traduzcas, adapta: no basta con pasar el texto de un idioma a otro. En publicidad, el mensaje debe emocionar, convencer y conectar… ¡en el idioma y en la cultura del público!
- Confía en traductores especializados en marketing: ellos no solo dominan el idioma, sino que entienden los matices culturales, el tono de marca y las intenciones comerciales. Vamos, que saben que no puedes lanzar un coche “Pajero” en España.
- Haz revisión cultural antes de lanzar una campaña: palabras inocentes en un país pueden ser ofensivas o graciosas en otro. Un análisis cultural previo puede ahorrarte millones en daños de reputación.
- Invierte en transcreación: esta técnica va más allá de la traducción, ya que recrea el mensaje publicitario para que tenga el mismo impacto emocional en el idioma destino. Es lo que hacen las marcas que piensan en global pero actúan en local.
- Colabora con equipos locales: nadie conoce mejor los matices del idioma que un nativo que vive allí. Haz que validen tus mensajes antes de publicarlos. Puede parecer obvio, pero muchas marcas no lo hacen.
- Haz pruebas A/B por mercado: lo que emociona a un argentino puede no resonar igual en un mexicano o un español. Prueba el mensaje, incluso si comparten idioma.
- No lo dejes en manos del traductor automático o de la IA: Google Translate puede ser útil para salir del paso, pero no para representar tu marca.

No te la juegues
Estos ejemplos demuestran que una traducción inadecuada puede tener consecuencias negativas para una marca. La transcreación se presenta como una solución eficaz para adaptar mensajes publicitarios a diferentes culturas, preservando su esencia y evitando malentendidos.
Además, es importante integrar la estrategia de traducción desde las etapas iniciales de planificación de la campaña publicitaria. Esto permite identificar posibles desafíos culturales y lingüísticos a tiempo, asegurando una comunicación efectiva y respetuosa con el público objetivo.
Contar con profesionales especializados en traducción publicitaria y transcreación es esencial para garantizar el éxito de una campaña en mercados internacionales. Estos expertos no solo traducen palabras, sino que interpretan contextos culturales, modismos y sensibilidades locales.
Desde Alos te invitamos a contratar un servicio de traducción profesional como el nuestro: evitarás crisis, conectarás mejor con tus audiencias y harás que tu marca hable el idioma del éxito.
Preguntas frecuentes (FAQs)
La transcreación es el proceso de adaptar un mensaje publicitario de un idioma a otro, manteniendo su intención, estilo y tono, y asegurando que resuene culturalmente con el público objetivo.
Las traducciones literales pueden no captar matices culturales o emocionales, lo que puede llevar a malentendidos o mensajes que no conectan con la audiencia.
Trabajando con profesionales especializados en transcreación y adaptación cultural, y considerando las particularidades del mercado objetivo desde las etapas iniciales de la campaña.
Mientras que la traducción se centra en convertir texto de un idioma a otro de forma precisa, la transcreación implica una adaptación creativa que considera aspectos culturales, emocionales y contextuales para que el mensaje tenga el mismo impacto en el público objetivo.
Existen agencias especializadas en traducción publicitaria y transcreación como Alos Soluciones Lingüísticas.




