¿Sabías que cada vez que dices “ojalá”, estás invocando una frase árabe con más de mil años de historia? La lengua española es un mosaico de influencias históricas, y una de las más profundas es, sin duda, la del árabe. Durante casi ocho siglos de presencia musulmana en la Península Ibérica (711-1492), el contacto continuo entre comunidades árabes y cristianas generó una profunda simbiosis cultural y lingüística. El resultado: más de 4.000 palabras árabes en el vocabulario español, muchas de ellas aún en uso hoy día.
Según la RAE y estudios etimológicos, el 8% del vocabulario del español proviene del árabe. No solo vocabulario cotidiano —como “aceituna” o “almohada”—, sino también topónimos, expresiones agrícolas, científicas y arquitectónicas. Esta influencia no se distribuye de forma homogénea: en regiones del sur y del levante español, el arraigo es mucho más notable.
Un detalle curioso es cómo algunas palabras han cambiado de significado o se han adaptado fonéticamente al español. Por ejemplo, la palabra “asesino” proviene del árabe “ḥaššāšīn”, que hacía referencia a una secta que consumía hachís antes de cometer asesinatos .
La convivencia que creó una lengua mestiza
Durante la Edad Media, la península ibérica fue un crisol de culturas. Cristianos, musulmanes y judíos compartieron territorios, saberes y formas de vida, especialmente en los reinos de taifas y en la llamada “España de las tres culturas”. Este contacto no solo propició avances científicos y culturales, sino también una simbiosis lingüística. El árabe, lengua de cultura y administración en al-Ándalus, se entrelazó con las hablas romances en expansión, dando lugar a un vocabulario mestizo donde lo agrícola, lo cotidiano y lo administrativo se tiñó de raíces árabes. Muchas de estas palabras se integraron sin traducción, moldeando el castellano que hoy hablamos.
Palabras de origen árabe en español y dónde se usan
A lo largo de siglos de convivencia entre culturas cristianas, judías y musulmanas en la Península Ibérica, el árabe dejó una huella imborrable en nuestro vocabulario. Algunas palabras nos resultan tan familiares que olvidamos su exótica procedencia. En la siguiente tabla te mostramos una selección de términos que usamos a diario, junto con su forma original en árabe y las regiones donde su uso es más común o significativo. Este recorrido es también una mirada a la historia, al paisaje y a las costumbres que moldean el idioma español.
| Palabra en español | Palabra en árabe original | Significado | Comunidades donde más se usa |
|---|---|---|---|
| Aceituna | الزيت (az-zayt) | Fruto del olivo | Andalucía, Extremadura, C. La Mancha |
| Albahaca | الحبق (al-ḥabaq) | Planta aromática | Comunidad Valenciana, Andalucía, Murcia |
| Ajedrez | الشطرنج (aš-šaṭranj) | Juego de estrategia | General, Aragón, Castilla |
| Acequia | الساقية (as-sāqiya) | Canal de riego | Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón |
| Albañil | البنّاء (al-bannāʼ) | Obrero de la construcción | Toda España |
| Alhaja | الحاجة (al-ḥāǧa) | Joya, objeto valioso | Andalucía, Castilla-La Mancha |
| Ojalá | إن شاء الله (in shā’ Allāh) | Expresión de deseo | Toda España |
| Almohada | المخدة (al-mujádda) | Objeto para apoyar la cabeza | Toda España |
| Azúcar | السكر (as-sukkar) | Sustancia dulce | Toda España |
| Jirafa | الزرافة (az-zarāfa) | Animal mamífero | Toda España |
| Alcázar | القصر (al-qaṣr) | Castillo, fortaleza | Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía |
| Guadalquivir | الوادي الكبير (al-wādī al-kabīr) | Río andaluz | Andalucía |
| Noria | النّاعورة (an-nā‘ūra) | Máquina para extraer agua | Comunidad Valenciana, Aragón |
| Almazara | المعصرة (al-ma‘ṣara) | Molino de aceite | Andalucía, Extremadura, Murcia |
| Azulejo | الزليج (az-zulayj) | Baldosa decorativa | Comunidad Valenciana, Andalucía |
| Alquería | القرية (al-qarya) | Casa de campo | Comunidad Valenciana, Murcia |
| Rabal | ربض (rabaḍ) | Barrio periférico | Cataluña, Comunidad Valenciana |
| Jabalí | جبل (ǧabal) | Animal salvaje / cerdo montés | Castilla y León, Galicia, Navarra |
| Zoco | سوق (sūq) | Mercado tradicional | Andalucía, Ceuta |
| Acelga | السلق (as-salaq) | Verdura de hoja | Navarra, La Rioja |
| Tahona | الطاحونة (aṭ-ṭāḥūna) | Panadería tradicional | Castilla-La Mancha, Andalucía |
| Jarabe | شراب (šarāb) | Solución medicinal | Toda España |
| Alcalde | القاضي (al-qāḍī) | Funcionario político | Toda España |
| Guadiana | وادي يانا (wādī Yāna) | Río (topónimo) | Extremadura, C. La Mancha |
| Alfiler | دبوس (dabbūs) / الإبرة (al-ibra) | Aguja pequeña | Toda España |
| Zanahoria | السُّنَّارِيَّة (sunnāriyya) | Hortaliza comestible | Toda España |
| Ahorro | حرز (ḥirz) o حَرَّ (ḥarra) | Acción de guardar dinero | Toda España |
| Atún | التونة (aṭ-ṭūna) | Pez comestible | Andalucía, Murcia, Canarias |
| Barrio | ربض (rabaḍ) / برية (barriyya) | Zona urbana | General |
| Ajedrea | السعتر (as-sa‘tar) | Planta aromática | Aragón, Cataluña |
| Alhóndiga | الفنْدَق (al-funḍuq) | Depósito de grano | Castilla y León, Andalucía |
| Halal | حلال (ḥalāl) | Permitido religiosamente | Ceuta, Melilla |
| Haram | حرام (ḥarām) | Prohibido religiosamente | Ceuta, Melilla |
| Guadarrama | وادي الرمال (wādī ar-raml) | Topónimo: río de arena | Madrid, Castilla y León |
| Alquimia | الكيمياء (al-kīmiyāʼ) | Antigua práctica proto-científica | General |
| Cifra | صفر (ṣifr) | Número, signo matemático | Toda España |
| Alcohol | الكحل (al-kuḥl) | Sustancia química | Toda España |
| Berenjena | الباذنجان (al-bādhinjān) | Hortaliza | Andalucía, Murcia |
| Califa | خليفة (khalīfa) | Título islámico | Andalucía, historia |
| Azafrán | الزعفران (az-za‘farān) | Especia | Castilla-La Mancha, Navarra |
| Mezquita | المسجد (al-masjid) | Lugar de oración | Andalucía, Ceuta |
| Almenara | المنارة (al-manāra) | Torre de vigilancia | Andalucía, C. Valenciana |
| Tambor | طبل (ṭabl) | Instrumento de percusión | Toda España |
| Azimut | السمت (as-samt) | Ángulo en navegación | Uso científico |
| Cuscús | كسكس (kuskus) | Plato tradicional | Ceuta, Melilla, Canarias |
| Maroma | مرمى (marma) | Cuerda gruesa | Extremadura, Andalucía |
| Aduana | الديوان (ad-dīwān) | Control fronterizo | Ceuta, Melilla |
| Naranja | نارنج (nāranj) | Fruta cítrica | Toda España |
| Alambique | الإنبيق (al-inbīq) | Aparato para destilar | Galicia, Castilla y León |
| Almotacén | المحتسب (al-muḥtasib) | Inspector de mercados | Andalucía, uso histórico |

Influencia árabe en la ciencia, la tecnología y la cultura
Más allá de los arabismos cotidianos —como “almohada” o “azúcar”—, el legado del árabe en la lengua española se extiende a campos más elevados del conocimiento. Entre los siglos VIII y XIII, el mundo islámico fue la civilización más avanzada científicamente. Desde Córdoba, Bagdad o Damasco, el saber griego, persa e indio fue traducido, sistematizado y ampliado en árabe. A través de al-Ándalus y los contactos entre musulmanes y cristianos, este conocimiento se transmitió al resto de Europa… y con él, muchas palabras.
Es así como entraron en la lengua castellana términos como “alquimia” (al-kīmiyāʼ), precursora de la química moderna, o “azimut” (as-samt), usado en astronomía y navegación. El sistema de numeración arábiga —más eficiente que el romano— se introdujo con palabras como “cero” (ṣifr, que también originó el término “cifra”) o “álgebra” (al-ǧabr), bases de las matemáticas modernas.
También llegaron al castellano términos de la medicina árabe medieval: “jarabe” (šarāb, bebida medicinal), “almizcle”, “elixir” o incluso “alcohol”, que originalmente se refería al polvo muy fino usado en medicina y cosmética. La botánica, desarrollada con gran detalle por los sabios musulmanes, nos dejó palabras como “albahaca”, “azafrán”, “alcachofa” y “berenjena”, todas comunes en la cocina española.
Esta incorporación de términos científicos y culturales se consolidó con la traducción de obras árabes al latín en centros como la Escuela de Traductores de Toledo, donde cristianos, judíos y musulmanes trabajaron codo a codo para recuperar el saber clásico y transmitirlo al resto de Europa.
¿Por qué en algunas regiones se conservan más palabras árabes?
La distribución geográfica del dominio islámico en la península ibérica explica en gran medida por qué ciertas regiones conservan un mayor número de arabismos en su vocabulario cotidiano. Al-Ándalus, el territorio gobernado por los musulmanes desde el año 711 hasta 1492, abarcó una gran parte del sur, este y centro peninsular durante siglos. Las actuales comunidades de Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Extremadura y Comunidad Valenciana fueron zonas clave bajo dominio musulmán durante más tiempo, lo que facilitó una influencia más profunda y duradera en la cultura local.
Esta herencia no se limita a lo lingüístico. En muchas localidades rurales aún se emplean términos árabes que describen actividades agrícolas, sistemas hidráulicos, estructuras de vivienda o costumbres. Por ejemplo, la palabra “acequia” (canal de riego) sigue viva en los campos valencianos y murcianos, mientras que “almazara” (molino de aceite) es común en la Andalucía olivarera. En algunas regiones, palabras como “alcázar”, “alhaja”, “tajine”, o “zoco” sobreviven tanto en el lenguaje como en los nombres de barrios, monumentos o mercados.
En cambio, en regiones del norte como Galicia, Asturias o Cantabria, donde la reconquista cristiana se consolidó antes del siglo X, la influencia árabe fue mucho más indirecta y filtrada a través del castellano ya arabizado. Esto explica por qué muchas palabras con origen árabe se usan en todo el país, pero con una carga cultural menor en el norte.
También influyó el modo en que se produjo la reconquista y la posterior repoblación. En zonas como Castilla-La Mancha y Extremadura, repobladas por castellanos tras la caída del poder musulmán, muchas palabras árabes permanecieron como parte de la cultura material: utensilios, costumbres de cocina, sistemas de organización agrícola o incluso expresiones religiosas. Es así como el árabe dejó una huella desigual, pero profunda y persistente.
Una herencia cultural que aún respira
La lengua española es un testimonio vivo de siglos de historia compartida, y la influencia árabe es uno de sus capítulos más ricos y duraderos. Desde palabras que usamos a diario hasta términos científicos o topónimos ancestrales, el árabe ha dejado una huella profunda en nuestro vocabulario y nuestra identidad cultural. Esta herencia no solo se encuentra en los libros, sino en las calles, los sabores, las costumbres y las voces de cada rincón de España. Conocer el origen de estas palabras es también reconocer la diversidad que nos conforma. Y es que, al final, hablar español es también —en parte— hablar árabe.
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Preguntas frecuentes (FAQ)
Se estima que más de 4.000 palabras del español actual tienen origen árabe.
Por la influencia musulmana en la península ibérica durante casi 800 años.
Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha.
Sí, viene de “in shā’ Allāh”, que significa “si Dios quiere”.
Sí, como Guadalquivir, Almería, Guadiana o Alcalá.
No, también en arquitectura, agricultura, música y costumbres.




