En ALOS insistimos mucho en la importancia de la formación en idiomas como herramienta de diferenciación para las empresas. Más allá de las oportunidades de mercado que representa, también supone una ventaja a nivel interno: es una herramienta fundamental para fidelizar y retener talento.
La retención de talento se ha vuelto un desafío clave para las empresas, y una estrategia efectiva para abordar este problema es proporcionar formación en idiomas a los empleados. En este artículo, exploraremos la importancia de esta iniciativa, respaldada por datos y ejemplos que ilustran cómo la fuga de talento puede mitigarse mediante la inversión en el desarrollo lingüístico de los colaboradores.
Talento: cuesta el doble perderlo que retenerlo
La escasez de habilidades y la movilidad laboral son realidades que las empresas enfrentan hoy en día. Según un informe de la consultora Mercer, la fuga de talento cuesta a las empresas un 213% del salario anual del empleado perdido, teniendo en cuenta los costos asociados con la selección, contratación y capacitación de nuevos empleados. Es decir, perder a un empleado porque encuentra una oportunidad laboral distinta cuesta a las empresas más del doble de haber conseguido que se quedase.
Estos números son reveladores y resaltan la urgencia de implementar estrategias efectivas para retener a los profesionales más valiosos.
Los idiomas, herramienta fundamental
Un estudio de la firma de recursos humanos Randstad destaca que el 70% de los empleados consideran que la posibilidad de aprender y mejorar sus habilidades es un factor crucial en su decisión de permanecer en una empresa. La formación en idiomas no solo potencia las habilidades lingüísticas de los empleados, sino que también les proporciona un conjunto de habilidades valiosas que pueden aplicar en contextos internacionales.
¿Quién no querría saber más idiomas pero no tiene tiempo para estudiarlos? La formación en la empresa – que además está subvencionada a través de Fundae, como hemos visto en otros artículos – en materia de idiomas es crucial.
Si las grandes lo hacen…
Empresas líderes en fidelización y retención de talento han abrazado la formación en idiomas como una estrategia fundamental. Google, por ejemplo, ofrece clases de idiomas a sus empleados como parte de su programa de desarrollo profesional. Esta iniciativa no solo fortalece la cultura de la empresa, sino que también permite a los empleados comunicarse eficientemente en un entorno global, mejorando la colaboración y la productividad.
Diversidad e innovación
Un informe de McKinsey revela que las empresas con mayor diversidad étnica y cultural en sus equipos son un 33% más propensas a superar a sus competidores en términos de rentabilidad. La formación en idiomas contribuye a la diversidad al facilitar la colaboración entre empleados de diferentes orígenes y nacionalidades. Esto no solo enriquece la cultura empresarial, sino que también impulsa la innovación al reunir perspectivas diversas.
¡Formación, formación y formación!
En definitiva, la formación en idiomas emerge como un componente esencial para fidelizar y retener talento en un entorno empresarial cada vez más competitivo. Las empresas que invierten en el desarrollo de habilidades lingüísticas de sus empleados no solo mejoran su capacidad para operar a nivel global, sino que también fomentan un entorno de trabajo enriquecido por la diversidad. La fuga de talento puede mitigarse mediante la adopción de medidas proactivas, y la formación en idiomas se presenta como una estrategia efectiva para afrontar este desafío y garantizar un futuro sostenible para las empresas en el panorama laboral actual.
Y recuerda que con ALOS podemos gestionar y poner en marcha los cursos de idiomas que necesites para tus trabajadores: online, en tu empresa o en nuestro centro de idiomas en Valencia. Y gracias a Fundae… ¡puede ser gratis!
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