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Cursos de verano en el extranjero

El curso escolar está a la vuelta de la esquina y es momento de pensar qué hacer este verano con los peques de la casa. Después de 9 meses de estudio, necesitamos ofrecerles algo para que se diviertan, pero, ¿Por qué no combinar el aprendizaje con los estudios de manera divertida?

Aprender jugando

Muchos padres deciden enviar a sus hijos a campamentos de verano durante una o dos semanas. Es una opción muy buena, ya que de esta manera se les enseña a ser responsables con sus cosas, a que ganen mayor autonomía, así como confianza en ellos mismo y mayor autoestima.

Con respecto a las amistades y habilidades sociales, un campamento es el lugar perfecto para que los peques asuman riesgos sociales: van a llegar a un lugar desconocido con gente desconocida y van a tener que ser capaces de socializar con ellos, crear nuevos vínculos, trabajar en equipo… etc.

El contacto con la naturaleza hoy en día va a jugar un papel fundamental en ellos, ya que la sociedad en la que vivimos, cada vez despreocupa más éste factor ocupando gran parte de las vidas de los pequeños con pantallas y nuevas tecnologías, por lo que un campamento de verano es perfecto para desconectar de éstas, de las prisas y comodidades que disfrutamos hoy en día.

En el extranjeroalosidiomas cursos verano

Imagina todo esto, en el extranjero, con niños de otras nacionalidades y que el idioma común para comunicarse entre ellos sea el mismo.

Si un campamento tradicional ya es beneficioso para ellos, uno en el extranjero lo es todavía más. Puede que al principio de un poco de miedo, respeto, o llámalo X. Sin embargo, los niños son como esponjas. Tienen muchas más capacidades de las que nosotros -e incluso ellos- creemos.

Beneficios de campamentos de verano en el extranjero

campamento extranjero

Lo primero que queremos destacar es la importancia que tiene estudiar un idioma sin estudiarlo. La mejor manera de conseguirlo es viviendo una inmersión lingüística completa, ya que necesitan aplicar todo lo aprendido hasta el momento para poder comunicarse. Además, es la manera más fácil que el ser humano tiene para asimilarlo.

Cuando los niños se van a un campamento en el que no pueden utilizar su lengua materna – poder pueden, pero no les va a entender nadie- sin darse cuenta, van a estrujarse el cerebro para poder expresarse, y aunque a veces pueda resultar un poco frustrante, ya que no siempre van a conseguirlo, van a tener mucho más ingenio y creatividad para conseguirlo. A su vez, al ver que consiguen ser entendidos, y que entienden lo que les dicen, van a crecerse mucho más y van a ganar mayor confianza en sí mismos.

Un campamento de verano en el extranjero no es otra cosa que darle la oportunidad a los niños de que se den cuenta de que saben mucho más de lo que creen que saben. En el momento en que ellos se dan cuenta y superan esa barrera del miedo, de pensar que no les van a entender o que ellos no lo van a hacer, el aprendizaje va a ir mucho más rápido, fluido y por supuesto, va a ser mucho más sólido.

Lo mejor del campamento

Sin duda alguna, en esta vida lo que nos queda son las experiencias vividas. Y ésta va a marcar un antes y un después en tu peque. ¿Por qué? Porque cuando vuelva, su interés por esa lengua va a ser mucho mayor. Va a querer seguir teniendo la oportunidad de poder practicarla, bien sea con otros niños –hay muchos grupos de mamás de diferentes nacionalidades que quedan para eso-, bien sea viendo películas, dibujos o series en ese idioma. lectura niños

Su interés en la lectura en ese idioma va a aumentar también, ya que, si le ha gustado la experiencia, va a querer mejorar sus habilidades lingüísticas para poder expresarse mejor la próxima vez que vaya.

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